Aprendiendo contigo, María Jesús
Nos toca vivir momentos muy difíciles ante la pérdida inesperada, repentina y tremendamente dolorosa de nuestra compañera y amiga María Jesús. Ella llegó al Seminario hace poquito y no lo hizo sola. Se trajo de la mano también a su marido y a un montón de compañeras de su cole porque su coherencia, su tranquilidad, su ilusión y su trabajo contagiaban a cualquiera.
No faltó ni una sola vez a ninguna Tertulia. No se quejó ni una sola vez del gran esfuerzo que le suponía venir, ni de todo el tiempo que estaba dedicando a nuestras lecturas. Y era mucho, porque se tomaba muy en serio lo que hacía. En poco tiempo había llenado su casa de libros sobre aprendizaje dialógico y antes de finalizar el trimestre ya había hecho más pedidos, aún le queda uno por llegar.
Afirmaba que esto le había cambiado la vida también a nivel personal. Sus personas más cercanas repiten una y otra vez la ilusión con que vivía y el reencanto como maestra que encontró desde que conocía que sí es posible transformar la educación y, desde el primer día, la sentimos como una compañera imprescindible para caminar hacia ese sueño.
Esencialmente buena, siempre amable, humilde y coherente, de las que hacen lo que dicen y sin estruendos; que huía del protagonismo, pero a quien la incomodidad de nuestra mesa de trabajo le hacía sentarse siempre en la cabecera porque quería mirarnos a todas y a todos a los ojos en cada Tertulia.
Le gustaba soñar, soñaba mucho y se unía a todos los sueños que compartíamos por muy grandes que fueran a veces… ¡siempre decía SÍ! Practicaba la pedagogía de la coherencia, el trabajo y el brillo en los ojos y estaba iniciando una revolución auténtica en su cole, por sus dos hijas y por todos los niños y niñas del CEIP Marcial Solana para quienes quería lo mismo que para ellas: la mejor educación posible.
Deja un vacío insustituible en la Comisión de Educación Infantil, en la que trabajaba con pasión para aprenderlo todo muy rápido sobre las interacciones y el diálogo para una educación infantil de calidad y así ponerse manos a la obra cuanto antes y regalárselo todo a sus hijas y al resto de niños y niñas de su cole. Saber que no está nos ha dejado sin palabras, pero con el recuerdo de todas y cada una de las que ella compartió con nosotras y nosotros. Aunque encontremos vacía la cabecera de la mesa a partir de ahora, seguiremos APRENDIENDO CONTIGO, MARÍA JESÚS y trabajando muy duro con la prioridad de continuar el sueño que iniciaste y por el que luchabas cada día junto a tus compañeras, las familias y todos los niños y niñas en el CEIP Marcial Solana.
