El jueves por la mañana, durante el recreo, ocurrió una cosa muy extraña, de repente, y sin saber cómo, del bosque comenzó a salir humo de colores y... ¡plás! por arte de magia apareció la Bruja Patuja, se había enterado, por medio de sus amigos los murciélagos, que la estábamos preparando una trampa para que nos diga dónde tiene escondida a la dama del caballero triste, y claro, no está dispuesta a dejarnos seguir con nuestro plan, lo que no sabe es que por la tarde vamos a elaborar un montón de pócimas mágicas, a ver si alguna da resultado y de bruja mala la convertimos en bruja buena.
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